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Técnicas de Relajación: La Relajación Autógena

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¿Te gustaría saber cómo calmar tus nervios antes de un examen? 🎉 #CalmaConPaula #Relajación #Exámenes #Bienestar

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Crea un vídeo en el que una chica de piel clara y pelo y ojos marrones se encuentre en su podcast(calma con paula) hablando y lo que dice se vaya explicando con ilustraciones a su alrededor. El diálogo que debe seguirse es:
¡Hola a todos! Bienvenidos a Calma con Paula, el podcast donde hablamos sobre técnicas para relajarnos y no morir en el intento. Hoy quiero compartir con vosotros algo que me ha salvado más de una vez cuando los nervios me juegan una mala pasada antes de un examen: la relajación autógena.

Seguro que alguna vez te ha pasado: estudias un montón, te sientes preparado, pero el día del examen tu cabeza va a mil por hora y parece que todo se borra. A mí me pasaba constantemente, hasta que descubrí esta técnica gracias a mi profesora de psicología.

Básicamente, la relajación autógena es un método que te ayuda a calmarte centrándote en sensaciones físicas, como el calor o la pesadez en tu cuerpo. Fue desarrollada por un médico alemán, Johannes Heinrich Schultz, y es parecido a la meditación, pero con un enfoque más dirigido. La idea es que, repitiendo mentalmente ciertas frases y enfocándote en tu cuerpo, puedes inducir un estado de relajación profunda.

Funciona con seis ejercicios sencillos:
1. Pesadez en brazos y piernas → Para relajar los músculos.
2. Sensación de calor → Para mejorar la circulación y calmarte.
3. Conciencia del ritmo cardíaco → Para estabilizar los latidos.
4. Respiración tranquila → Sin hacer nada especial, solo observarla.
5. Calor en el abdomen → Para relajar la zona del estómago.
6. Frescura en la frente → Para despejar la mente y mejorar

la concentración.

La primera vez que lo intenté fue la noche antes de un examen de historia. Estaba súper nerviosa y no podía dormir, así que me puse cómoda, cerré los ojos y repetí mentalmente: “Mis brazos y piernas están pesados… Mi respiración es tranquila… Mi mente está clara”.
No vamos a engañarnos, al principio me costó concentrarme, pero después de unos minutos noté que mi cuerpo realmente se relajaba.

Lo mejor fue que, al día siguiente, en vez de entrar al examen con el corazón a mil, lo hice con una sensación de calma. No es magia, pero ayuda muchísimo a controlar los nervios y a pensar con claridad.

Además de los exámenes, esta técnica sirve para muchas otras cosas: mejorar el sueño, reducir la ansiedad, aliviar dolores de cabeza e incluso aumentar la concentración en el deporte o en cualquier actividad que requiera enfoque.

Si te interesa probarla, empieza con sesiones cortas, de unos cinco minutos, en un lugar tranquilo. Con práctica, cada vez te relajarás más rápido. Eso sí, si tienes algún problema de salud mental, mejor consulta antes con un profesional.

Espero que te haya servido este episodio y que lo pongas en práctica. ¡Nos vemos en el próximo Calma con Paula!